Pasaron las campañas electorales, pasó el verano, pasaron las fiestas y llega el inicio del curso político y, como diría aquel, la vida sigue igual. A nivel municipal, hemos tenido otro verano marcado por falta de limpieza en las calles, plagas, quejas de los vecinos de nuevo por ruidos, tráfico e inseguridad (no podemos separar nuestra ciudad del contexto que vive Barcelona) y la inacción de un gobierno municipal que parece que no va a solucionar, tampoco en este mandato, los problemas que arrastra la ciudad desde el anterior.
Desde Cs iniciamos curso liderando la oposición, los colomenses nos situaron como segunda fuerza de la ciudad, lo que equivale a ser la alternativa y la opción de futuro; la opción de los que no nos resignamos a pensar en un modelo de ciudad continuista y que no aporta soluciones.
Deseamos que este curso podamos también alcanzar acuerdos de ciudad, puesto que mantenemos una postura de oposición leal y constructiva, y no miraremos el color del gobierno o de la propuesta, si nuestra ciudad avanza.
A nivel estatal y autonómico, se avecina un otoño caliente; mientras Sánchez mira a otro lado para no ofender a sus socios, el independentismo vuelve a amenazar y, esto es señal de que los catalanes constitucionalistas y los miembros de Cs deberemos volver a agruparnos entorno a nuestro proyecto para volver a defender la igualdad y la libertad en nuestra tierra.