Quizá lo que más nos cueste asumir en esta vida es que todo empieza y acaba. Esta semana ha finalizado una etapa para nuestro proyecto con la dimisión de nuestro presidente Albert Rivera, como consecuencia de unos malos resultados electorales, pero la vida es precisamente eso, etapas, baches que hay que superar, aprendizajes que nos hacen más fuertes. Hasta el último momento de su presidencia, Albert ha demostrado más altura de miras y dignidad que cualquier otro líder político. Además, en el caso de Albert, su situación es especial, pues él no llega a un partido y lo preside, él ha fundado este partido y lo ha llevado desde la nada hasta las puertas del gobierno de España. Han sido unos años preciosos trabajando junto a él, desde los orígenes humildes hasta la grandeza que hoy tiene nuestro partido.
Pero que nadie se equivoque, detrás de Albert queda un gran equipo, quedan muchas ganas de trabajar y queda un sentimiento de que esa lección que ha dado Albert, no va a quedar en nada. Los miembros de Cs, a partir de hoy ,vamos a seguir trabajando para que este espacio político, de centro, liberal, el único capaz de derrotar al nacionalismo en las urnas y lo más importante en los debates ideológicos.
La vida siempre da segundas oportunidades y a los que hoy celebran nuestra situación, no les quepa duda de que pronto volveremos a arrasar en las urnas, junto a muchas personas que ahora han optado por otra opción, pero saben que el proyecto de Cs es imprescindible para Cataluña y para toda España. Seguimos trabajando.