Nadie niega el cambio climático y la necesidad de buscar soluciones; pero algunos llevamos años denunciando que estos cambios que deben realizarse debe ser contando con la gente y no contra ellos. El modelo de Colau, que peligrosamente se intenta copiar en Santa Coloma, pretende limitar el acceso a Barcelona a vehículos de familias obreras que hace tan sólo unos años que compraron, algo que nosotros siempre hemos visto abusivo y así ha dictaminado una sentencia del Tribunal superior de Justicia de Cataluña.
En nuestra ciudad, vemos como hay tramos en los que la peatonalización ha sido acompañada de cámaras “cazamultas” y de una estrategia clara de eliminación de aparcamiento, casi 500 en los últimos años, según los últimos datos que ha tenido que reconocer el gobierno a pregunta de Ciudadanos. Nadie levanta la voz salvo nosotros, nadie dice que se están desertizando calles, que sólo se produce atascos y que si queremos estimular otras formas de transporte, la solución no es castigar a las clases obreras, mientras quien gobierna se desplaza en coche oficial.
Cuando gobernemos esta ciudad, vamos a cambiar la política de movilidad, de acuerdo con la gente y no contra la gente, sabemos que nuestro proyecto, basado en criterios técnicos y medioambientales no en copiar a Colau, va a tener más aceptación. Seguiremos insistiendo.