El uso partidista por parte de SOM Gramenet (CUP- PA en el AMB o Consell Comarcal), del PERI evidencia su nulo interés por mejorar la ciudad. Han llamado a la «guerra sucia» para evitar los derribos de la zona degradada del centro de la ciudad. La CUP y sus marcas blancas, apoyados esta vez por un grupo de okupas no han reparado en usar la demagogia y el engaño como arma política. A nadie se le escapa que estamos a un año de elecciones. No les importa el interés general ni que se desbloquee un proyecto entre particulares. Sí, un proyecto privado aprobado en 1999 por unanimidad de todos los partidos, que sin la intervención municipal hubiese degradado aún más los edificios afectados. De quienes sostienen planteamientos radicales no esperábamos menos; pero el seguidismo grácil que demuestran otros partidos es cuanto menos esperpéntico. Prestarse a este juego manifestando que se va a construir un centro comercial, o la acusación de especulación inmobiliaria o de pelotazos urbanísticos, es aparte de rotundamente falso, deshonesto e inmoral. Por encima de los intereses partidistas y de los legítimos intereses de los propietarios, con los que el Ayuntamiento es y será estrictamente sensible y respetuoso, la ciudadanía desea que se dignifique la zona con un plan que supondrá más espacio público común. Las amenazas de radicales, propias de los manuales de agitación, manipulación y propaganda no pararán la transformación de Santa Coloma.
