Estamos elaborando un plan para hacer frente a una realidad incontestable: necesitamos más espacio para las personas, necesitamos perder el temor social y gozar de seguridad en los desplazamientos cotidianos y en el uso de nuestras plazas y parques. Y un nuevo paradigma se abre en el horizonte. ¿Debe el coche pasar a tener un papel secundario en nuestras ciudades? Somos conscientes del debate que genera este interrogante. Pero las calles de Santa Coloma deben ser para sus vecinos y vecinas. En breve vamos a señalizar algunas de nuestras calles y plazas
para dar prioridad peatonal ampliando el espacio para caminar e ir en bici allí dónde técnicamente sea posible. Incrementando los barrios para peatones y las calles donde la circulación estará restringida temporalmente. Estas semanas de confinamiento, de reducción drástica de la movilidad, han supuesto una disminución de los niveles de contaminación en todas las ciudades. Respirar en Santa Coloma es mucho más sano, y así debería ser en el futuro. Todas y todos coincidiremos que merece la pena trabajar por el diseño de una ciudad más sostenible, en la que las personas sean las protagonistas en el espacio público. Cabe pues un ejercicio de responsabilidad para que entre todos y todas inauguremos un tiempo nuevo.